viernes, 6 de marzo de 2009

INTRODUCCIÓN

Los Bailes Populares se remontan varios siglos atrás en la historia del sureste español, aunque la mayoría de las referencias disponibles, tanto escritas como orales, se refieren a los últimos 250 años.
Hablar de baile popular es hablar de un lenguaje propio, gestual, tremendamente expresivo, en el que una pareja juega, coquetea, se desafía en movimiento, e incluso en ocasiones hace que salte el deseo entre ellos.
Pero los bailes populares también representaban el medio para escapar de la rigidez del domicilio en épocas pasadas, una apertura al mundo que se necesitaba descubrir, una necesidad de dejar de lado el estricto decoro mediante la expresión corporal del baile.
Si se trataba de un baile suelto la pareja no solía tocarse, si acaso un leve roce en el hombro por parte del hombre; si era un "baile agarrado" la cosa cambiaba.
A ritmo de música tradicional de una cuadrilla, entre jotas, malagueñas, valses y pasodobles, las fiestas o veladas en las que se realizan los bailes populares han perdurado en el tiempo, y han llegado con el esfuerzo de gentes interesadas en mantenerlos hasta la actualidad.

BAILES MAS POPULARES:

CANDIL:

Los bailes de candil son fiestas especialmente ritualizadas, tanto que podemos trazar una serie de características que, salvando las variaciones de época y lugar, se repiten una y otra vez. Las ‘constantes’ de dichas fiestas son:
· La ocasión en que tenían lugar: Las celebraciones festivas de la localidad (santos patronos, Navidades, etc.) o bien las largas noches de invierno, cuando la faena de trabajo en el campo era poca y la diversión escasa.
· El lugar de la reunión: Cuando la fiesta se celebraba con ocasión de una festividad local, el lugar solía ser al aire libre, en una plaza o en un patio de vecinos que diera cabida a toda la comunidad que participaba. En el caso de las fiestas más seguidas y menos ritualizadas (las de fin de semana o las ocasionales de las noches de invierno), se disponía de la habitación más espaciosa de una casa particular, la de uno de los participantes en el baile, o más exactamente la de los padres de uno de los jóvenes interesados en organizarlo. Si las tardes eran de clima benigno, tenían lugar en los emparrados de las casas o cortijos.
· La autoridad de las fiestas: Siempre hacían acto de presencia personas ‘respetables’ que debían controlar las reuniones de los jóvenes. Al menos se hacían presentes, por lo habitual, las madres de las chicas que acudían, que aunque no llegaran a bailar, vigilaban al tiempo que charlaban entre sí. En las fiestas especialmente ritualizadas (las de festividades locales) suele aparecer un personaje como presidente de la fiesta, alguien relevante socialmente, el alcalde de barrio p.e. A veces el cura acompañaba y jugaba también este papel. Cuando surgían conflictos (riñas por celos, provocaciones entre jóvenes, conflictos familiares), actuaban como autoridad de apelación y en principio su decisión era respetada por todos. Muchas veces decidían la expulsión de la fiesta de algún joven díscolo y que no respetara las normas no escritas.
· La petición de pareja: La ‘finalidad’ principal de estas fiestas, admitida por todos, era la de entablar relaciones de amistad entre jóvenes de distinto sexo, junto con la diversión y la relación social. La manera de sacar un hombre a una mujer a bailar tenía sus convenciones, que variaban de un lugar a otro. Una de las más extendidas era dirigirse a la chica y pedirle ‘por favor’ bailar con él. La mujer no debía negarse inicialmente, pero si el joven no era de su agrado, ella se retiraba una vez bailadas una o dos coplas. Si mientras bailaban, un tercero quería entrar a bailar, debía dirigirse no a la mujer sino al hombre, y éste debía acceder y retirarse. Si la mujer iba a gusto con el nuevo pretendiente, seguía. Si no, de nuevo declinaba. La iniciativa pues, era del hombre (aparentemente al menos) pero las decisiones ‘últimas’ de la mujer.
· El abrazo ritual: Era práctica muy extendida que al final de cada sesión de coplas (tres o cuatro, las que en cada rato se cantaran seguidas, después llegaban pequeños intermedios), cada bailaor tuviera derecho a dar un ‘abrazo ritual’ a la bailaora con la que hubiera bailado. Éste no solía pasar de un estilizado poner los brazos sobre sus hombros, o algún gesto similar. Cuando el abrazo era más efusivo de lo que la convención mandaba, ‘la comunidad’ (alguno o alguna de los que observaba, p.e. un pariente de la chica, u otro pretendiente, rival del actor en cuestión) llamaba la atención. El desenlace variaba, desde la provocación de risas e hilaridad en los mejores casos, hasta las peleas a navajazos e incluso muertes. Niveles intermedios eran el intercambio de frases más o menos fuertes, o la expulsión, por parte de ‘la autoridad’ de algún díscolo en el sentir de todos.
· La improvisación de coplas: El trovo o improvisación directa de coplas dentro de los esquemas métricos, rítmicos y musicales más extendidos por tradición en cada lugar, aunque hoy es práctica residual, estuvo muy extendida en España hasta la primera mitad del siglo XX. Una de las principales ocasiones y momentos en que esta habilidad se ponía en juego era en estas fiestas, puesto que los bailes eran bailados al son de coplas cuya letra jugaba un papel primordial. Cada copla tenía una carga de significado muy precisa. Quien cantaba, pretendía expresar un sentimiento o un mensaje preciso a través de la copla y debía, o bien elegir una copla del acervo común, o bien improvisarla (si tenía esa capacidad) para decir cantando lo que quisiera. No pocas declaraciones amorosas se hacían a través de una copla improvisada, o aprendida previamente y preparada para cantarla cuando se presentara la ocasión. Cuando dos rivales se enfrentaban trovando coplas durante el baile, la tensión podía ir subiendo de tono hasta llegar a las manos. Lo habitual y deseable era que las coplas no pasaran de expresar requiebros de amor entre los jóvenes y coplas de contenido picaresco o burlesco o humorístico. Las declaraciones públicas de amor no solían llegar de improviso, pues las relaciones previas eran conocidas... El hombre solía tomar la iniciativa. La mujer, según su disposición, podía responder improvisando o acudiendo a coplas de aceptación, rechazo, dar largas...En la actualidad quedan restos de esta práctica: fiestas de enfrentamiento entre troveros, que improvisan coplas al son de fandango.

· El palo al candil (fines de fiesta violentos): Por un motivo u otro, pero muchas veces porque el ambiente se caldeaba conforme pasaba el tiempo, o también para sacar ganancias de la oscuridad, el prolegómeno de los finales de estos bailes solía ser un corte de la luz provocado: algún hombre daba un palo al candil. O bien se hacía que el humo de la chimenea llenara la estancia... La literatura al respecto y los testimonios orales confirman lo habitual de estos finales de fiesta accidentados.



EL TANGO:

El tango es un estilo musical nacido en los barrios marginales del siglo XIX. Basado en la propia experiencia de la vida, pasó de sus humildes orígenes a deslumbrar en las veladas parisienses, aunque los bares de los barrios bajos siguieron siendo su hogar para aquellos que le habían dado vida.
El ritmo de la habanera y el de la milonga (baile-canción del folclore argentino que surgió hacia 1810) son antecedentes del tango.
A finales del siglo XIX, la guerra, el hambre, y la inseguridad económica asolaban Europa. Con escasas perspectivas y poca esperanza de vida estable, muchos jóvenes emigraron a Sudamérica. Cientos de miles desembarcaron en la nueva Capital Federal de Argentina, el puerto de Buenos Aires, junto al Río de la Plata donde debido a la inmigración reinante, concluyeron diversas culturas.
En 1914 superaban a los argentinos nativos en una proporción de tres a uno. Cerca de la mitad de los inmigrantes eran italianos y aproximadamente un tercio, españoles. La boca, donde residían los italianos, es un colorido exponente de la contribución italiana a la historia del tango. También se dice que la gente del campo, los payadores una especie de músicos ambulantes que improvisaban canciones de época acompañadas con la guitarra (las milongas) y los compadritos (los chulos de la época), que imitaban burlonamente la gesticulación que acompañaba a la música de los negros, fueron los que dieron origen al tango.
El nacimiento de la palabra “tango” sigue siendo un misterio, pero se cree que su origen es africano y se refiere a “un lugar de encuentro” o “sitio especial”. Esto no significa que el tango en si mismo tenga un origen africano. Tanto la habanera cubana como la contradanza española y el candombé afroargentino influyeron en la evolución del tango, pero ninguno tanto como la milonga.
La pasión por el canto demandaba una expresión en forma de baile, los hombres que sabían bailar el tango bien podían elegir mujeres y adquirían una imagen de “machos” al no haber verdaderas academias de baile, los hombres se enseñaban el tango unos a otros. El golpe militar del 6 de septiembre de 1930 en argentina anunció un periodo de gobierno inestable durante el cual las autoridades, en su deseo de controlar la más mínima crítica, comenzaron a prohibir todo tango que tuviese cualquier insinuación política o cantaje a la justicia social.
En Europa el tango había sufrido una enorme evolución, aunque seguía siendo popular, no concordaba con las ideas tradicionales europeas referentes al baile y el estilo sufrió una transformación implacable. Se introdujeron pasos para que el baile se desarrollase alrededor de la pista, y el carácter seductor del tango fue sustituyéndose por un compás más rápido, duro y agresivo, de su estilo más moderno, surgió el tango internacional de competición (tango europeo).

EL VALS:

El vals ha perdurado hasta nuestros días como uno de los bailes preferidos de todos los tiempos.
Es un baile que se ha adaptado siempre a las modas cambiantes, a lo largo de sus décadas de existencia. Llegó a ser el baile más popular del siglo XIX.
De origen incierto; parece que proviene de las danzas populares Austro-Germano y de la Carmagnole Francesa. No obstante, hasta la mitad del siglo XVIII no hay documentos que confirmen el vals como una danza con personalidad definida.
Se cree el nombre parece provenir de la palabra alemana WALZEN, que a su vez viene del latín VOLVERE, e indica un movimiento rotativo.
Este baile se caracterizaba por la serie de giros que realizaban las parejas.
El vals ha sido utilizado por grandes compositores como Mozart, Strauss, Beethoven, Chopin, Wagner, etc.
Los mejores Valses se crearon en los suburbios de Viena donde los vieneses se sentaba a escuchar música interpretada por sus propias bandas.
Cuando llegó la época de la primera guerra mundial, una nueva generación de bailarines se
Como baile se popularizó en 1926 en compás de dos tiempos, siendo un baile rápido, se utiliza indistintamente para desfiles militares o espectáculos taurinos, habiendo sido un género muy cultivado por los compositores de zarzuela.
Musicalmente, el pasodoble es como una tocata baile o danza de carácter marcial ; se piensa que a primeros de siglo se relacionó con el garrotín (baile de pareja de origen gitano con ritmo vivo repetitivo).
El pasodoble forma parte del folclore español, encontrando su máxima inspiración en las corridas de toros con la utilización en las principales figuras ejecutadas rebeló contra los “viejos” Valses Vieneses y empezó a notarse la influencia de los movimiento provenientes de Estados Unidos.
Había comenzado a producirse una revolución en el estilo del Vals y dándole a conocer en el baile de salón un término muy conocido como inglés English Valtz, que se hizo muy popular en 1910; deriva del Género Boston que se llevó de estados unidos, y se conoce como “Vals Lento o Inglés”.

EL PASODOBLE:

Se cree que los orígenes del pasodoble se encuentran en Alemania, pero esto sólo es una teoría, puesto que otros dicen que fue en Francia. En este país se llamó « Pas-Redouble » utilizándose para marchas ágiles a partir del 1780, en que formó el repertorio para bandas militares bajo influencia de Sarrette y Gosse, en Francia fue donde se desarrolló, extendiéndose posteriormente por el resto del mundo. por los toreros.

LA SALSA:

Salsa como baile propiamente dicho no existe, esta denominación es el resultado de recopilación de ritmos caribeños.
Sin embargo, a principios de los años setenta, cuando se reconoció esta expresión como término genérico agrupó los diversos estilos y ritmos musicales más conocidos del caribe, como son : guaracha, danzón, chachachá, pachanga, rumba, mambo, etc. Esta sencilla palabra logró que la música latina fuese más comercial.
Este género musical puede considerarse como el latino del mundo hispano que vivía en Nueva York, donde surge, extendiéndose luego a todas las ciudades del caribe.
Puede definirse como una transformación de los estilos afrocubanos tradicionales, especialmente del Son y la Rumba, a los que se incorporaron elementos musicales provenientes del jazz (sobre todo en su concepción orquestal) y de otras formas musicales negras estadounidenses (Rythm-and-Blues, Rock, Soul) y del área del caribe.
A la música se unió invetablemente el baile de la unión de todas estas evoluciones de la música aero-cubana con arreglos de jazz orquestal salió una forma musical muy variada, pero con una clara identidad.
Se le puso cualquier nombre, sabor, azúcar, o simplemente sustancia, pero finalmente se divulgó con nombre de Salsa.

LA SAMBA:

La samba es un baile-canción brasileño que comenzó a desarrollarse en la región de Bahía, Rió de Janeiro y Sâo Paulo, como respuesta a los fuertes ritmos de percusión de un tipo de tambor llamado batuque, que trajeron consigo los esclavos desde África.
El ritmo del batuque permitía a los bailarines de samba escapar un rato de sus problemas cotidianos y bailar descalzos, tradición que perdura y se mantiene en la samba de moda.
En 1950 se popularizó en su modalidad de samba de enredo, competente coreográfico esencial de los desfiles del carnaval de Rio de Janeiro.
Una de las teorías sobre el origen de la palabra « samba » está en el término Bantú Semba que significa en portugués panzada, esto es, golpe de panza que aparece en las diferentes danzas de procedencia africana, otra teoría define al vocablo « sambay » como súplica, plegaria o adoración.
Este tipo de samba es muy distinta de la versión internacional, que es más estilizada. En Río la samba se baila individualmente, mientras que la samba internacional se baila en pareja.

EL CHA-CHA-CHA:

En los años cincuenta el mambo dio paso al cha-cha-cha. Vombinando la estructura melódica de la charanga francesa con los nuevos elementos procedentes del mambo, fue Enrique Jorrín quien llamó por primera vez cha-cha-cha a una de sus composiciones, realizada en el año 1951. Su máximo apogeo fue en 1955, sólo duró dos años, pues comenzó el declive en 1957.

EL MERENGUE:

Proviene de los bailes originarios de Africa (la Calenda y la Chica) traídos por los esclavos, son bailes de pareja que se hacían al aire libre.
La clase alta no aceptó esta danza hasta bien avanzado el siglo XX, por esta vinculación con la música africana y por el aspecto erótico de las letras. De los barracones de esclavos el baile pasó a los salones de la alta sociedad.
En la República Dominicana, donde realmente nació, se integró en los sectores sociales más populares debido a la facilidad del baile, adquiriendo en este siglo el carácter de baile nacional.

BOLERO:

En cuanto al ritmo, el Bolero guarda una estrecha relación con el Danzás y la Habanera, aunque su baile es más parecido al Son.
Cuba ha sido testigo de la evolución de todos estos géneros a lo largo de su historia. Durante la primera década del siglo XX, fue el Danzón, el protagonista, en los años veinte y treinta el Son y en la década de los cuarenta y cincuenta el Bolero.
El primer Bolero conocido fue compuesto por el trovador Pepe Sánchez en 1885, y lleva el título de Tristezas. Pepe Sanchez pertenece a la llamada generación de trovadores cubanos y fue un pionero en definir los rasgos del estilo Bolero.
Nacido en Santiago de Cuba, pasó posteriormente a la Habana y el Caribe, y es a finales del siglo XIX, cuando el Bolero comienza su etapa de formación y estructuración.

Con la influencia Cubana del Trio Matamoros que combinó el Son oriental con el Bolero en 1927 este se hace totalmente bailable.
El auge del bolero tuvo lugar en México y Cuba entre los años 45 y 55, siendo la radio la responsable de su divulgación.

En el desarrollo del Bolero como ritmo y canción contribuyeron enormemente Agustín Lara y Rafael Hernández.

EL MAMBO:

Derivado de una estrofa rítmica del Danzón cubano, apareció por primera vez en 1938 un Danzón titulado Mambo de Orestes López. También se cree que este nuevo baile caliente, el Mambo debe su nombre a los sacerdotes de vudú capaces de hacer bailar salvajes danzas, hipnóticas a sus devotos seguidores.
En sus inicios, el Mambo fue condenado por la iglesia en algunos países latinoamericanos y restringido por las autoridades en otros. Pero el Mambo fue ganando fama y terminó imponiéndose.
Al igual que otros bailes caribeños su forma de bailar deriva del Son, este estilo latino con una fuerte influencia del Jazz fue perfeccionado por Pérez Prado, en la que reelaboró la estructura músical con arreglos inspirados en los de las orquestas de Jazz. Director de una banda cubana de México quien en 1945 lo había convertido en el baile de moda.
La década de los cincuenta es la cima del Mambo estadounidense, cuando los dos Titos (Puente y Rodriguez) organizaron sus conjuntos como dice Tito Puente, « a cualquier persona que le guste el Jazz le gustará el Mambo.

Por último, recalcar que o por tomar más se van a potenciar más sus efectos, puesto que los depósitos intracelulares (donde debe almacenarse la creatina predominantemente) son limitados, y los excesos deberán ser excretados por la orina, gracias al trabajo de los riñones.

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